miércoles, 10 de octubre de 2012

Con Denominación de Origen I


Lo primero que consigue captar la atención en este anuncio es la combinación entre la fotografía de una anciana y la palabra belleza. El adjetivo suele identificarse con la juventud, pero en este caso, con la ayuda de los adjetivos que aparecen en el inferior del cartel (amable, generosa, entrañable...), hace referencia a una belleza más allá de la propia imagen exterior. Para promocionar la Ribera del Duero se habla de las características de la gente que vive allí, las mismas que se podrían aplicar a su vino. Por ello, la denominación de origen no solo señala a la bebida, sino también a las personas nacidas y "cultivadas" en la región.
Para atraer al público por tanto, no se alaba tanto las propiedades del vino sino de las personas que lo hacen posible. Es decir, los habitantes de la zona del Duero que cultivan las viñas y que le dan una naturalidad y un sabor especial a sus vinos.



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